El sector hotelero conquense ve con cierto optimismo la temporada de verano de este año y espera alcanzar
buenas cifras, a pesar de que la normalidad prepandémica ya sea un hecho y no se cuente con ese repunte
del turismo de interior vivido en los últimos años a raíz del Covid-19. Desde la Agrupación Provincial
de Hostelería y Turismo (APHT) de Cuenca, su presidente, José Manuel Abascal, habla de buenas perspectivas del sector, de cara a los meses estivales, y eso que, según subraya, la normalidad total se ha asentado en la coyuntura turística actual, lo
que trae consigo un regreso de los destinos de sol y playa como principales competidores de Cuenca como destino de interior.
Y es que, tal y como recalca, «ya no ocurre como el año pasado, cuando todavía no había muchos vuelos a destinos de sol y playa y tampoco había muchos hoteles de costa, lo que sin duda beneficiaba a destinos de interior, como Cuenca».
PREVISIONES. Pese a esa a priori mayor competencia, las previsiones iniciales del sector hotelero conquense apuntan a que el verano se va a comportar ligeramente mejor que en temporadas anteriores, aunque, eso sí, tal y como deja claro, «habrá que esperar al final de la temporada para confirmar estos pronósticos, porque, al fin y al cabo, son eso, pronósticos».
Este regreso a la normalidad hace pensar a los hoteleros que los meses de agosto y septiembre volverán a ser los mejores, mientras que julio va a continuar siendo toda una incógnita. De hecho, en palabras de Abascal, «julio es, por el momento, el mes más discreto del verano para Cuenca; no en vano, históricamente es un mes de invierno en verano, entre otros motivos, porque se dejan de celebrar muchas actividades, lo que resta
atractivo al destino».
CAPITALIDAD. Para Abascal, este año juega a favor de Cuenca la Capitalidad Española de la Gastronomía, que, en su opinión, «puede hacer que haya gente que se pase por la ciudad de camino a su destino turístico final solamente para disfrutar de su gastronomía y. como no, de su patrimonio, pero, eso sí, de paso fundamentalmente».
Una circunstancia que confía en que se prolongue durante los tres meses de verano y permita mejorar las cifras turísticas de la ciudad, al tiempo de que gane enteros como destino de interior a tener en cuenta.MIGUEL A. RAMÓN / LA TRIBUNA CUENCA